ORDEN DE LA MERCED
Nuestro nombre oficial es “ORDEN LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA DE LA MERCED o más conocida como Orden de la Merced. somos fundados por San Pedro Nolasco (1180–1245) en la noche entre el 1 y 2 de agosto de 1218.
El contexto de la fundación es el cautiverio islámico que ejercía sobre el pueblo español, siglos antes los mahometanos habían extendido su dominio sobre Jerusalén, parte de Asia, india, Alejandría, Egipto, etc. y dentro de este vasto territorio conquistado se encontraba la península Ibérica, es decir, España. Lugar de donde es originario nuestro fundador. Ellos infringían esclavitud al pueblo, los sacaban de su contexto social, económico y religioso obligándolos, en muchas ocasiones a hacer apostasía, es decir, renegar de la fe católica, cambiarse de religión, con todo ello generaban una situación de cautiverio.
Pedro Nolasco nace aproximadamente en el año 1180, era mercader de telas, se embarca para comerciar y gracias a este oficio, heredado de su padre, tuvo contacto con la realidad de sus coterráneos y así para el año 1203 lo encontramos redimiendo, dirigiendo un grupo de amigos redentores y desempeñando su carismática misión, si bien es cierto, aún no está constituida la Orden de manera sistemática ya encontramos elementos importantes para la futura fundación como lo es: estaba constituido por laicos, (no había sacerdotes), tenían gran devoción a Cristo Redentor, se dedicaban a redimir cautivos en manos de los barbaros, al principio invirtieron sus propios caudales.
Al pasar del tiempo San Pedro Nolasco, decide constituir a este grupo de amigos como Orden religiosa bajo el reconocimiento eclesiástico y se acoge al consuelo de Dios poniendo como intercesora y celestial fundadora de esta familia a la Virgen Santa María, a quién llamo: Virgen de la Merced. Nuestra tradición nos ha transmitido la fecha de la respuesta del Señor a la oración que su siervo le dirigía por mediación de María, la Madre de Dios y de los hombres. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, Pedro Nolasco recibió del cielo a través de la celestial Mediadora, lo que él mismo consideró y toda su Orden, después de él, como la verdadera revelación del futuro de su fraternidad. En la oración de aquella noche agosteña vio claro que su asociación redentora necesitaba el respaldo público y solemne de la casa real de Aragón para una labor más eficaz en favor de los cautivos; lo que conseguiría transformando su fraternidad en Orden Redentora, al estilo de las Ordenes militares de la época.
Nuestra Orden nace con el carisma de: visita y liberación. Que implicaba mirar al cautivo cristiano hacinado, lejos de su familia, patria. Sólo existían pocos medios para liberarse como lo era, pagar el precio del rescate, verse substituido por otro, canje de prisioneros y la manumisión y fuga. Por tal razón Pedro Nolasco no quiso vivir como espectador se dejó interpelar para descubrir en ellos aspectos nuevos del Evangelio para con ello seguir a Jesús más de cerca y vivir el evangelio en su totalidad. Fue tanta su sensibilidad para “actualizar” en su contexto el mensaje evangélico que termina transformándose en caridad heroica en favor de los cautivos entregando la propia libertad de él y sus frailes al servicio de la libertad. Dicha heroicidad se transformará en nuestro cuarto voto mercedario o voto de la redención que es estar alegremente dispuesto a dar la vida por otra persona en peligro de perder su fe. Junto con este voto profesamos, los votos comunes a toda la vida consagrada como lo son, los votos de castidad, pobreza y obediencia. Así la redención de los cautivos de manos de los moros ocupo los primeros siglos de existencia de la Orden.
Con el paso del tiempo y los cambios propios de las épocas, la formad expresar el carisma mercedario se vio envuelto en la necesidad de ser actualizado para no perder la obra de Pedro Nolasco, es posible que no se parezca en nada a la que dio el fundador en su época, sencillamente, porque el problema de hoy no se parece en nada al de ayer; no obstante, habrá fidelidad carismática siempre que la respuesta sea con visión cristiana, es decir, una respuesta actual a partir del evangelio y desde la misma óptica que fue visualizado y vivido por el propio fundador, así intentamos vivir el carisma hoy en día dando lectura que nos lleva a descubrir nuevos campos de apostolado en conformidad con el concreto contexto histórico.
Por tal razón los Mercedarios hemos sabido adaptar en recto modo y con cercanía al proyecto del fundador, de liberar a los cristianos del vergonzoso cautiverio del cuerpo, y otros modos de liberación de los hombres, de las otras formas de cautiverio que, también hoy, los oprimen: lo enfocamos a la injusticia y la falta de consideración para con la dignidad humana, nos referimos al pecado y a la ignorancia del evangelio.
Hoy desempeñamos el carisma liberador heredado de San Pedro Nolasco en las cárceles, casas hogar, colegios, casas de retiro, parroquias y misiones. Concretamente en la Arquidiócesis de Puebla lo desempeñamos en las parroquias, ubicadas en la 5 Nte y 2 Pte colonia centro, Llamada Templo de la Merced y una segunda en la Av. 20 de noviembre en la colonia Margarita llamada, Parroquia San Ramón Nonato, en esta misma ubicación se encuentra el colegio Fr. Gabriel Tellez y la Casa de Retiro administrada por nuestra comunidad.
Si deseas saber más de nuestra comunidad comunícate con el P. Fr. Martin García Jaímes. O de M.
al cel. 7224687293
en nuestro pagina de Facebook Redentores de cautivos.