Menú para la Cuaresma
Tener a la mano:
Abrelatas, para abrir el corazón endurecido.
Cuchillo bien afilado, para cortar vicios y malas costumbres.
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
Abstenerse de:
Comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias).
Evitar condimentar el día con venganzas.
Evitar consumir altas dosis de egoísmo.
No tomar rencor, que pone de mal genio.
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no enchilarse y decir malas palabras.
No tomar postres helados, que congelen el afecto.
Lavar bien el corazón, para que no se infecte de la cólera.
Menú recomendado:
Exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Tortillas abundantes para compartir con el hambriento.
Refresco de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Puré de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos, ya que «las penas con pan son menos».
De postre se recomienda:
Perita en dulce, para ser buena persona y caerle bien a todos.
Torrejas con miel para endulzar los defectos de los otros.
Yogur de guayaba para repetir… gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido «dame un abrazo que yo te pido». (Abrazar a los seres queridos, y darles besitos, de verdad, no de chocolate)
Y no olvides:
«Donde come uno, comen dos» y «échale siempre más agua a los frijoles».
O sea: Comparte tu vida con los otros.
Finalmente, el Chef Celestial recomienda, sobre todo, el alimento espiritual:
«El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida eterna».
Muy buen menú para ponerlo en práctica no sólo en este tiempo, sino cada día.
Fuente: www.encuentra.com