UNA REINA DE CIELOS Y TIERRA
Por: Alba Juárez Amador.
A Jesús lo conocemos como Cristo Rey, y a María como reina, así lo afirmamos también cuando oramos con las letanías: “María Reina de cielos y tierra” o “María Reina de todos los Santos”, sin embargo fue hace pocos años que en el mundo la conocemos bajo esta advocación.
La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII en el año de 1955, con el objetivo de venerar a María, es a Ella a la única que le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina.
En la Arquidiócesis de Puebla existen varias parroquias bajo esta advocación y es que María es elevada incluso sobre la gloria de los santos, por tanto se le plasma coronada, muchos artistas así la han representado, sentada junto a Él, y Ella como Reina y Señora del mundo, protegiéndolo.
Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos, es a Ella a quien le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra. La Iglesia la proclama Reina, de los ángeles y de los santos, de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los mártires, de los confesores y de las vírgenes.
Es Reina del Cielo, de la Tierra y del Universo y su realeza brilla a los ojos del mundo brindándonos a todos la esperanza, “llénate de seguridad: nosotros tenemos por Madre a la Madre de Dios, Reina del Cielo y del Mundo” (san Josemaría Escrivá de Balaguer ).