DOMUND: JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES
- DOMUND
- Este Domingo
- Ora y coopera
¿QUÉ ES?
El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.
DOMUND, DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
El Domund es una Jornada universal que se celebra cada año en todo el mundo, el penúltimo domingo de octubre, para apoyar a los misioneros en su labor evangelizadora, desarrollada entre los más pobres.
El Domund es una llamada a la responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización. Es el día en que la Iglesia lanza una especial invitación a amar y apoyar la causa misionera, ayudando a los misioneros.
Los misioneros dan a conocer a todos el mensaje de Jesús, especialmente en aquellos lugares del mundo donde el Evangelio está en sus comienzos y la Iglesia aún no está asentada: Los territorios de misión.
¿POR QUÉ SE CELEBRA?
La actividad pastoral, asistencial y misionera de los territorios de misión depende de los donativos del Domund. Este día es una llamada a la colaboración económica de los fieles de todo el mundo.
Las necesidades en la misión son muchas. Mediante el Domund, la Iglesia trata de cubrir esas carencias y ayudar a los más desfavorecidos a través de los misioneros, con proyectos pastorales, sociales y educativos. Así, se construyen iglesias y capillas; se compran vehículos para la pastoral; se forman catequistas; se sostienen diócesis y comunidades religiosas; se mantienen hospitales, residencias de ancianos, orfanatos y comedores para personas necesitadas en todo el mundo.
En los territorios de misión la Iglesia sostiene casi 27.000 instituciones sociales, que representan el 24% de las de la Iglesia universal, y más de 119.000 instituciones educativas, que representa el 54,86 % del total de centros educativos que atiende la Iglesia en todo el mundo.
Todos estos proyectos son financiados con los donativos recogidos en el Domund.
Las misiones siguen necesitando ayuda económica, y por eso es tan necesaria la colaboración de todos.
UN POCO DE HISTORIA
En 1926 el papa Pío XI estableció que el penúltimo domingo de octubre fuera para toda la Iglesia el Domingo Mundial de las Misiones, en favor de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe; un día para mover a los católicos a amar y apoyar la causa misionera.
Desde 1943, esta “fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” se conoce como Domund (de “DOmingo MUNDial”). Este nombre ha ayudado a identificar y difundir aún más esta Jornada, de modo que su mensaje —una llamada de atención sobre la común responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización del mundo— ha calado en la profunda sensibilidad y tradición misionera de nuestro país.
¿CÓMO ESTAMOS ORGANIZADOS?
El principal responsable de las Obras Misionales Pontificias es el Papa.
Para ello se sirve de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la que dependen las OMP y que vela por los 1.115 territorios de misión, ese tercio de la Iglesia mundial cuya vida y labor aún depende de ayudas externas, tanto económicas, como personales y espirituales.
En cada país, hay una Dirección Nacional de OMP, desde la que se presta servicio a las Direcciones Diocesanas-Delegaciones de Misiones. Estas se encargan del trabajo directo de sensibilización y cooperación misionera entre las comunidades cristianas y ante toda la sociedad.
RECURSOS ECONÓMICOS
Los donativos entregados a OMP, recogidos en las Jornadas del Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas, o en cualquier otro momento, llegan de las diócesis a la Dirección Nacional, que los envía al Fondo Universal de Solidaridad de las OMP.
Desde este Fondo —al que todos los países aportan en función de sus posibilidades— se atienden necesidades de los 1.115 territorios de misión, garantizando una distribución equitativa y justa.
PROYECTOS
Con los donativos recibidos, se colabora con la labor evangelizadora y promoción social que hacen los misioneros.
¿CÓMO COOPERAR CON LAS MISIONES?
Existen tres grandes modos de colaborar con las misiones y los misioneros, accesibles para todos. Los tres son necesarios y sirven para ayudar eficazmente a la misión universal de la Iglesia:
Cooperación Personal
Es la forma de colaboración que realizan los misioneros enviados por la Iglesia a todo el mundo. También es de gran valor la ayuda de los colaboradores y voluntarios misioneros, que dedican su tiempo a informar y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de la ayuda misionera.
Cooperación Espiritual
Es la colaboración de todos los fieles al escuchar y meditar la Palabra de Dios, y al rezar por los misioneros. La oración es el don y la fuerza que necesita la Iglesia para desarrollar la labor misionera cada día.
Cooperación Material
Es la colaboración económica de quienes comparten lo que tienen. A través de diversas campañas mundiales en favor de las misiones, es posible el funcionamiento y desarrollo de los territorios de misión, para llevar a cabo proyectos sociales y de evangelización.
Este domingo puedes hacerlo en la Colecta que se llevará a cabo en tu parroquia o capilla.