EVANGELIO
Mateo 15, 21-28
Para la comprensión del evangelio, consideremos algunos aspectos:
Primer aspecto, recordar que el pueblo de Israel utilizaba un sistema de pureza; que era legitimado religiosamente y se daba entender que había sitio para cada cosa y cada persona, marcando fronteras. Para el pueblo de Israel la frontera que había que conocer, identificar día a día, era la que separaba israelitas de paganos (extranjeros identificados como impuros). Mantener pura las personas evitando que se juntaran con extranjeros o paganos era una de las finalidades de ciertas normas. Por eso, no es casualidad, que después de declarar puros a todos los alimentos y dejar claro qué lo que contamina al hombre es lo que sale de el, Jesús se presenta beneficiando a una extranjera que era considerada impura.
Segundo aspecto, el Evangelio tiene especial interés en remarcar la dificultad que existió a la apertura de ciertos cristianos ante quienes eran diferentes a ellos especialmente a los no judíos.
Tercer aspecto, si este texto refleja principalmente las preocupaciones y dificultades que tuvieron los cristianos de la comunidad del Evangelio de Mateo, es posible que la intervención de los discípulos sea un detalle muy importante. Los discípulos, lejos de pedir a Jesús que la atienda, solicitan que la despida y hasta dan una razón de peso: los va incomodando.
Por ultimo, debemos comprender las palabras de Jesús ubicándolas en la mentalidad judía y en los retos que sintieron los primeros cristianos para abrirse a la gente diferente. Para un pueblo que siempre había vivido pensando que ellos eran el centro de los privilegiados de Dios no era nada fácil preguntarse por la apertura hacia los que no eran de su propio grupo y buscar caminos de encuentro con los diferentes.
¿Qué nos dice el evangelio hoy?. Sin duda ir al encuentro de la mujer cananea que sale a nuestro paso constantemente en los necesitados: enfermos, adictos, etc. La Palabra pretende hacernos salir de lo que nos aprisiona y abrirnos a toda la comunidad. Necesitamos liberarnos de impedimentos humanos para hacer el bien. El don de la vida y de la salvación es para todos los que buscan la vida y se esfuerzan en liberarse de las cadenas que aprisionan la energía vital. Este episodio nos ayuda a percibir algo del misterio que rodeaba la persona de Jesús, cómo estaba en comunión con su Padre y cómo descubría la voluntad de Padre en los acontecimientos de la vida.