México es un país plurilingüe y multicultural, en nuestra nación se hablan 68 lenguas indígenas además del español, sin embargo, también en nuestro país hay 364 lenguas con diferentes variantes de las 68 lenguas originarias, señaló Gloria Angélica Ortiz Barroso.
Enfatizó que en México son más de un millón y medio de habitantes los que hablan el Náhuatl y bien nos sirve de ejemplo en observar el peligro que corren estas lenguas de desaparecer; la segunda lengua más hablada es el Maya con cerca de 830 mil habitantes, en donde la situación es un poco distinta, en la península de Yucatán el Maya ha permeado un poco más dentro de la sociedad, ya que hay muchas palabras que la gente utiliza dentro de su vida cotidiana.
Comentó que la tercera lengua que más se habla en nuestro país es el Zapoteco, ubicado en la región de Oaxaca, en donde aproximadamente unas 600 mil personas lo hablan y, cabe señalar que en esta zona está muy de ‘boga’ el tema relacionado con la promoción y protección de las lenguas originarias.
Manifestó que México nunca ha tenido un idioma oficial, siempre ha tenido lo que son conocidos como los idiomas nacionales o lenguas nacionales; y al respecto, agregó que hay diferencias entre las lenguas oficiales y lenguas nacionales, “una lengua nacional es aquella que se reconoce, que se habla dentro de un territorio y se respeta, mientras que una lengua oficial, implica que en todos los contextos tengan el acceso a la información de todas las lenguas que se consideren oficiales”.
Indicó que la lengua de señas es considerada una lengua materna porque es la que los niños aprenden en primera instancia, otra lengua es el “Mazateco silbado”, que todavía se puede encontrar en la sierra, lengua que no es hablada ni escrita.
Por su parte, Víctor Manuel López enfatizó que es importante fortalecer y promover las lenguas indígenas que todavía existen en nuestro país, para que los hispanohablantes junto con las personas que hablan lenguas originarias de nuestro país puedan tener una interacción equitativa para que una no eclipse a la otra, sino que a la par vayan coexistiendo en este país que es plurilingüe y multicultural, pero, sobre todo, que estas lenguas originarias sigan existiendo en México.