“Todo por la gloria de Jesús, María y José
150 AÑOS DE LA CONGREGACIÓN DE HERMANAS JOSEFINAS
La Congregación de Hermanas Josefinas celebró 150 años de fundación, y con ello 150 años evangelizando en diferentes ámbitos de la vida de la Iglesia.
Las Hermanas Josefinas son una Congregación religiosa femenina apostólica, de Derecho pontificio, fundada al impulso del Espíritu Santo por el Padre José María Vilaseca Aguilera y la madre Cesárea Ruiz de Esparza y Dávalos, en la Ciudad de México, el 22 de septiembre de 1872, asumiendo los consejos evangélicos con voto público y la vida fraterna en comunidad.
Teniendo como inspiración y modelo la vida de Jesús, María y José en Nazaret.
“Todo por la gloria de Jesús, María y José”, es el lema de la Congregación, que invita a vivir según el espíritu de la Sagrada Familia y a cumplir nuestra misión en la Iglesia.Como Hermanas Josefinas usamos en la Iglesia las siglas: h. j.
Los cambios que desde 1857 con la promulgación de las “Leyes de Reforma”, se venían dando y la Iglesia sufrió gravemente las consecuencias de la “reforma”, pues fue desposeída de sus bienes; muchos conventos saqueados y destruidos; y los sacerdotes, religiosos y religiosas desterrados, aprisionados o fusilados.
Obedeciendo a los deseos del Padre Vilaseca, cuatro Hijas de María, acompañadas por Cesárea Ruíz de Esparza y Dávalos, se mudaron a una pequeña casa y fundaron la primera escuela. Este hecho marca el nacimiento del Instituto de las Hijas de María del Señor San José.
En Puebla
En la Arquidiócesis de Puebla tienen presencia en la ciudad y en el Estado.
En la ciudad desde el año 1898 ayudando a la formación y educación de jóvenes en el Colegio Esparza antiguo San Vicente con dos planteles (Centro y Sur) y en el área de la Salud en el Hospital Vilaseca Esparza y las Escuelas de Enfermería: Colegio de Enfermería “Emmanuel”, Escuela San José una casa de Formación y la Casa Provincial sede de la Provincia.
En el Estado de Puebla se encuentra: el Colegio María Goretti en Huejotzingo, el Colegio José González Soto en Tepeaca y la Escuela Susana G. de Reyes en Tlachichuca.
Espiritualidad
La Exhortación sinodal sobre la vida consagrada indica: “La vida espiritual, por tanto, debe ocupar el primer lugar en el programa de las familias de vida consagrada, de tal modo que cada instituto y cada comunidad aparezcan como escuelas de auténtica espiritualidad evangélica. De esta opción prioritaria, desarrollada en el compromiso personal y comunitario, depende la fecundidad apostólica, la generosidad en el amor a los pobres y el mismo atractivo vocacional ante las nuevas generaciones (V C 93).
Su espiritualidad es Josefina. El espíritu de la Congregación exige configurarse con Cristo sencillo, humilde y lleno de celo quien al lado de María y José creció en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres, dedicó su vida al anuncio del Reino y buscó en todo el agrado del Padre y enseñan con su vida un camino integral de crecimiento y maduración, para vivir su vocación Josefina.
